jueves, 21 de febrero de 2013

El Lunfardo del Amor y la sexualidad en Tango



El amor y la sexualidad en el lunfardo - Virginia Martínez Verdier

El siguiente glosario y definiciónes de lunfardo complementa el realizado por nosotros  previamente en temas específicos como la sexología,el erotismos y afines


EL LUNFARDO Y LA SEXOLOGIA:
En un intento de entrecruzar ambos códigos linguísticos, realizaré una somera clasificación de términos lunfardos dentro de la terminología sexológica üctual.

Femenino:
Bramaje: conjunto de mujeres (hembraje)
Catriela. Garaba. Grela. Mina. Minusa. Mueble. Naifa. Taquera.Yenusa: mujer.
Budín. Chuchi. Formayo. Leona. Papusa: mujer hermosa, atractiva.
Bagayo: Mujer fea y gastada por la vida galante.
Rea: Mujer de baja condición, abandonada, sucia.
Escracho. Lorenzo: mujer fea.
Paica: mujer en sentido despectivo.
Bacana: mujer mantenida con lujos.
Beguén: mujer mantenida.
Mosaico. Piba. Pebeta: muchacha.

Masculino:
Catriel. Garabo: Hombre.
Gavión: hombre conquistador.
Cajetilla: hombre que cuida exageradamente de su vestimenta y presencia.
Bacán: hombre aficionado a las mujeres, a las que mantiene. Dueño de una mujer.
Bufarrón: sodomita, Pederasta activo.
Chancleta. Chuchi. Mariposón: individuo afeminado.
Mino. Pulastro: homosexual activo.
Mishé: hombre que paga generosamente los favores de las mujeres.


Apilar: emplear todas las artimañas para conquistar a una mujer.
Apuntar: enamorar.
Atracar: aproximarse con fines amatorios; arrimarse para entablar conversación.
Chamuyo: acción de hablar, especialmente con lances amatorios.
Levantar: dar conversación a una mujer para tarla.
Mariposón: individuo que asedia a una mujer tratando de conquistarla.
Programa: cita amorosa.
Pastorear: cortejar, galantear,

Amor:
Berretín: afición desmedida hacia determinadas cosas, también al amor.
Camote: enamoramiento intenso, por el que se pierde la razón.
Embalar: entusiasmarse, entregarse eufóricamente a un sentimiento.
Fato: amor clandestino.
Metedura. Metejón: enamoramiento, apasionamiento.
Reviro: pasión, entusiasmo.
Rebusque: amor pasajero, efímero.
Lora: mujer querida.
Beguén: capricho amoroso, antojo, gran entusiasmo.

Convivencia:
Arrimar: unirse en concubinato.
Enchufar. Filote: cohabitar.

Belín. Choto. Ganso. Guasca. Piola. Tripa: pene
Quimbos: testículos.
Cotorra: genitales femeninos externos.
Mellizos: pechos femeninos.
Orto. Upite: ano.

Relaciones sexuales:
Acamalar: acariciar.
Encamada: estar en la cama en pareja para el acto sexual.
Enchufar: poner, colocar.
Franela. Fratachar: excitarse violentamente con un compañero sexual, sin llegar al coito.
Flecha: apetito sexual.
Pajero: el que se masturba.
Pirobar: fornicar.
Pirobo: coito.
Joder: practicar el coito. Diversión.
Tragar: cuando la mujer es penetrada.
Trincada: acto sexual.
Trincar: poseer a una mujer que no es la propia.

Prostitución:
Atorranta. Carro. Loca. Pulastra. Terraja. Trotadora. Yiro: prostituta.
Copera: mujer de cabaret que recibe comisión por cada copa que hace pagar.
Caferata. Cafiolo. Cafishio. Canfinflero. Canfunfa. Caralisa. Macró. Proxeneta: Hombre que vive explotando a las mujeres.
Tirar del carro: explotar a una mujer.
Madama: regente de un prostíbulo.
Garrón: disfrute gratuito de una prostituta.
Yirar: andar en busca de hombres.
Pesebrero: sirviente o cuidador de un prostíbulo.
Firulo. Queco. Quilombo. Tambo: prostíbulo.
Lata: Ficha metálica que se usaba en los prostíbulos a modo de moneda. La prostituta se la canjeaba a la madama por el dinero cobrado a clientes. Era un sistema de control del trabajo realmente realizado.
Peringundín: sitios de diversión de moral confusa.

Embarazo:
Bombo: vientre de embarazada.
Llenar: embarazar.

Enfermedades transmisibles sexualmente:
Chincho: enfermedad venérea.
Chinchudo: sifilítico.

Vocablos generales:
Bulín: Aposento que no es lugar habitual de residencia, usado sólo para las prácticas amorosas.
Biaba: Abuso en el uso de cosméticos.
Amurar: abandonar, dejar, desairar.
Garsonié: lugar reservado para la cita de parejas.
Chipolo: bello, lindo, hermoso.
Catrera: cama.
Cotorro: habitación, aposento.

A MODO DE CONCLUSION:
Muchos de estos términos vulgares habitualmente se utilizan en la intimidad de los amigos, de la pareja o de la familia. Algunas voces más suaves pueden oírse hoy en los medios de comunicación, en un intento de desacartonamiento de su parte; estas inclusiones de lo vulgar en lo formal hubieran sido impensadas décadas atrás.
Las diferentes generaciones juveniles fueron creando nuevos códigos lingüísticos, inicialmente sólo comprendidos por ellos. "Franelear", "chapar", "rascar", "transar", son equivalentes en su significado y corresponden a diferentes épocas porteñas.
Es así como los idiomas se mantienen vivos. La mezcla de sus diversos códigos actualiza el pasado y engendra una lengua presente dinámica, siempre igual y siempre distinta.
También los códigos y las costumbres sexuales son cambiantes, evolucionan acorde a los nuevos tiempos; sin embargo, realizando un viaje a través de la historia podríamos también pensar "Nada nuevo bajo el sol".
Así, Adolfo Dallolio, nos recuerda en su Libro Evocativo de las primeras décadas del siglo:
"...Había casas de citas que no eran hoteles,
y amuebladas que servían de pasatiempo a
parejas, y la única propaganda efectiva la
daban al taxista que concurría con la pareja
por un peso con cincuenta centavos..."
"De madrugada, los calaveras hacían unas garufas
completas con sólo cinco pesos per cápita... Se
dirigían a San Fernando gozando de la fresca
viruta, donde estaban los quilombos, prostíbulos
quecos, por $ 3, 2 y l. El de tres pesos era el
famoso Chantecler con un elemento de francesas a
cual mejor, todas muy limpias, perfumadas; y una
vez hechas las necesidades del momento, se salía
y en los alrededores estaba lleno de parrilladas
con guitarristas y cantores..."
"Los tipos de guita hacían cerrar por una noche
la casa de cita o el quilombo, donde se dedicaban
a hacer grandes orgías con sus amigos hasta la
madrugada..."
"En la calle 25 de Mayo estaban los teatros
pornográficos como el Bataclán y Cosmopolita,
que comparados con los actuales eran puritanos,
puesto que hacían las delicias del público concurrente
sin caer en lo obsceno y asqueroso como hoy..."

BIBLIOGRAFIA:
* Arlt, Roberto. Aguafuertes Porteñas. Biblioteca Página/l2. Bs.As. l993.
* Casullo, Fernando. Diccionario de Voces lunfardas y vulgares. Ed.Freeland. Bs.As. l972.
* Dallolio, Adolfo. Te acordás hermano. Libro evocativo de antaño. Bs.As. 1980.
* Ferraretto, Sonia Sexualidad y erotismo en el tango argentino. Rev. Argentina de Sexualidad humana Nro. l, Año 7. l993.
* Gobello, José y Stilman, Eduardo. Las letras del tango de Villoldo a Borges. Ed.Brújula. Bs.As. l966.
* Gottlin, Jorge. La realidad y la magia del tango. Artículo en el Suplemento Especial Del Diario Clar¡n. "Bs.As. Una aventura de cuatro siglos". Bs.As. ll de junio de l980.
* Mirlas, León Timba. Cuentos de la picarezca porteña. Cía. Gral. Fabril Editora. Bs.As. l97l.
* Romero, Jos‚ L. Bs.As.: una historia. En Polémica. Primera Historia Argentina Integral. Nro.64. Centro Editor de América. Latina. Bs.As. l97l.
* Roulet, Elba Conventillos y villas miserias. En Polémica. Primera Historia Argentina Integral. Nro.62. Centro Editor de América Latina. Bs.As. l97l.
* Soler Cañas, Luis. La lengua que habla la ciudad. Artículo en el Suplemento Especial del Diario Clarín "Bs.As. una aventura de cuatro siglos." Bs.As. ll de jun


Tomado de El amor y la sexualidad en el lunfardo - Virginia Martínez Verdier 

INTRODUCCION:

Una de las fuentes del erotismo es el estímulo auditivo. Existen -para cada individuo- palabras, frases, tonos, inflexiones de la voz, melodías, sonidos, etc. que pueden estimular o deprimir su deseo sexual.
Los términos vulgares, acorde a la situación en que se apliquen pueden resultar excitantes o francamente violentos y agresivos.
Nuestro "idioma" porteño se encuentra integrado por gran número de voces lunfardas, que, habituados a ellas, solemos dar por sobrentendidas. ¿Cómo se originaron? ¿Cómo susbsistieron? Fundamentalmente: ¿Cómo se expresan en el lunfardo el amor y la sexualidad?
Este trabajo introductorio intenta recorrer nuestra historia lingüística porteña, y detenerse en el erotismo de las voces lunfardas; para sonreirnos, para conmovernos, para sorprendernos y continuar creciendo desde nuestras raíces.